Lo peor de que una boca explote en saliva i desiveles, es que nunca sabe hasta que punto sus ondas pueden traspasar los poros del lado izquierdo del que tiene al frente.
La pena es bruta. más si te agarra de las yemas de los dedos para cautivarte a las lágrimas. para agarrarte por la garganta desembocando en el frenesí subversivo de una boca temblorosa.